Hace un tiempo decidimos contactar con mujeres que mostrasen desde un punto de vista artístico las contradicciones, la complejidad y los recovecos del imaginario femenino.
Y por eso decidimos escribir a Rocío Montoya (Madrid, 1983).
No solo porque desde hace mucho admirábamos su obra, sino también porque queríamos entender cómo se puede transmitir la heterogeneidad de los sentimientos desde la combinación de colores, los trazos surrealistas y cómo era posible crear un universo visualmente poético sin perder, en ningún momento, tu sello.
Y ocurrió algo curioso.
Cuanto más buceábamos en sus creaciones más nos veíamos reflejadas; más nos intrigaba su particular manera de deconstruir el cuerpo o sus combinaciones cromáticas; y más descubríamos sus inquietudes, que lejos de encorsetarse en una misma área se iban expandiendo en varias direcciones pero desembocaban siempre en arte, en su más amplio sentido.
Te defines en la biografía de tu web como “artista plástica y fotógrafa” ¿En qué disciplina te sientes más cómoda?
La fotografía me ha acompañado durante muchos años y sigue presente en mi vida, aunque actualmente la uso más como herramienta documental y de trabajo enfocado a creación de contenido para marcas que como herramienta artística. En estos momentos me siento más inspirada y motivada por las artes plásticas, este es el terreno donde estoy forjando un nuevo lenguaje visual y donde más me divierto, pero nunca dejaré aparcada la fotografía porque es esencial para mí.
Todas tus creaciones tienen una esencia muy fácil de reconocer y de asociarse a ti ¿Consideras que es importante tener un estilo definido para poder vivir del arte hoy en día?
Creo que si eres capaz de hacer algo que guste y que sea relativamente diferenciador desde luego es un punto a tu favor. Pero también considero que es fundamental que esto fluya de manera natural, no imponerte líneas de trabajo pensando en qué es lo que funciona o lo que no a nivel comercial, en mi opinión y experiencia, cuando realmente funcionas como artista es cuando eres auténtica y creas como te nace, aunque después te adaptes a ciertos criterios específicos para cada cliente o proyecto. En mi caso, por ejemplo, soy una persona bastante ecléctica con mis creaciones, y esto, lejos de ser un problema, me ha abierto puertas para trabajar con clientes muy diferentes. Cada artista es un mundo y no existe una fórmula mágica para vivir del arte, sólo trabajar muy duro, investigar mucho y ante todo, divertirte y estimularte con tus creaciones.
En cuanto a tus creaciones, antes de coger el lienzo tienes una idea preconcebida de lo que vas a realizar o simplemente fluye. En definitiva, ¿cómo es tu proceso creativo? Y en esta línea, ¿cómo es el día a día de Rocío Montoya como artista?
Normalmente suelo pensar previamente lo que voy a pintar, me siento más segura y decidida con este proceso, hago bocetos en mi cuaderno o con mi tablet, estudio paletas y combinaciones de color y una vez hecho esto me meto con el arte final sobre papel o lienzo.
Mis días son bastante normales. Soy muy madrugadora y me encanta preparar suculentos desayunos para empezar el día con energía. Después suelo pegarme una ducha y a trabajar. Empiezo con emails y tareas ‘de ordenador’ y después me paso los días pintando o ilustrando sin parar de escuchar música, haciendo pequeñas pausas para el almuerzo o el café. Si no pinto, a veces cambio los pinceles por la cámara de fotos y creo recetas y contenido foodie para marcas o para mi blog personal de comida vegetariana. Por las tardes me gusta salir a dar un paseo por la Casa de Campo, que la tengo al lado, y cuando puedo voy a visitar alguna expo o a trabajar con la tablet a la terraza de algún café. Luego cena, peli o lectura y a la cama prontito.
Tu padre, Mariano Montoya, es también pintor y artista plástico ¿Cómo consideras que te ha influido haber nacido en una familia de artistas?
Esto me ha marcado mucho en términos de sensibilidad. El arte, en muchas de sus formas, ha estado presente en mi vida desde que soy una niña, desde una perspectiva esencial, bella y necesaria. Siempre he tenido claro que me dedicaría a algo vinculado con el arte porque lo asociaba a trabajo y diversión, una fórmula mágica que todo el mundo debería tener en cuenta a la hora de elegir su profesión.
En tus creaciones el universo femenino tiene mucha relevancia y estamos viviendo una explosión de arte en donde las mujeres, después de tanto tiempo siendo silenciadas, somos las creadores y también las protagonistas ¿Cómo de importante te parece que cada vez existan más espacios y sinergias en donde lo femenino es reflejado desde la mirada de una mujer?
Me parece maravilloso y absolutamente necesario y ‘normal’. Lo anormal y preocupante es precisamente lo contrario, es muy triste que hayamos vivido una historia artística tan retorcida e injusta.. Así que este florecimiento de arte femenino, de iniciativas y proyectos es una consecuencia natural e inevitable ante la represión y el vacío que se nos ha hecho durante tantos años, algún día tenía que explotar, y me alegro de que me esté tocando vivirlo.
¿Qué importancia tiene Internet y las Redes Sociales en la difusión de tu trabajo? Y en la misma línea ¿cómo de mucho o poco te sientes identificada con el término influencer?
Las redes me ayudan mucho a dar visibilidad y viralidad a mi trabajo. Desde luego las considero fundamentales y super útiles en los tiempos que corren, aunque a veces requieren demasiado sacrificio para obtener resultados óptimos y esto me quema bastante. En cuanto al término influencer, no me gusta nada y nunca me denomino así, de hecho, no siento que yo encaje con este perfil, prefiero la palabra ‘creadora de contenido’.
Nos encanta todo lo que tienes en tu tienda online, desde reproducciones hasta obras inéditas ¿Cuáles son los artículos más vendidos? ¿Qué es lo mejor y lo peor de tener una tienda online?
¡Muchas gracias! La tienda de originales lleva poco tiempo activa y es realmente difícil darle salida a este tipo de creaciones, no me quejo porque voy vendiendo aunque es algo muy pausado y de poco a poco. Cada vez que recibo una notificación de venta me pongo como unas castañuelas. Sin embargo, la tienda de prints funciona muchísimo mejor, lleva abierta varios años y como los precios son mucho más accesibles la gente no se lo piensa tanto. Realmente no le encuentro inconvenientes a tener tu propia tienda si eres una persona organizada, yo lo gestiono todo de manera individual y como es una tienda ‘pequeñita’ no me da demasiado trabajo.
Mi mayor fuente de ingresos no llega desde mi tienda, si no de las colaboraciones y encargos que realizo para diferentes clientes y marcas.
Hemos descubierto hace poco VeggieBoogie y tanto las recetas como la estética tan cuidada nos ha encantado y nos parece que hay muchísimo trabajo detrás. Háblanos un poco de este proyecto.
Veggieboogie surge en 2015, cuando decido ser vegetariana. Inicialmente lo concebí como un proyecto personal para motivarme con este cambio de alimentación a través de la creación de recetas bellas y deliciosas. Y con el tiempo, empecé a tener muy buen feedback en mis redes y actualmente se ha convertido en otro de mis trabajos, aunque he de decir que es el ‘secundario’ porque le dedico menos tiempo y energía, pero me lo paso super bien cocinando, realizando food styling y fotografía gastro y por supuesto, comiendo jejeje
Y por último, qué le dirías a todas esas mujeres que intentan buscarse un hueco en el mundo del arte y también de Internet ¿Qué es lo más importante para diferenciarte?
Aunque suene a tópico, trabajar mucho, ser constante e intentar encontrar un lenguaje propio con el que disfrutes, creo que esa es la clave de todo, cuando disfrutas y te apasiona realmente lo que haces, el trabajo fluye de una manera mucho más auténtica y sencilla, todo es más fácil. Desde luego no es inmediato, yo he tardado años en dar el paso y convertirme en artista autónoma, pero fue la mejor decisión que tomé en mi vida profesional.
Hay vacas flacas, inseguridades y momentos complejos, pero sólo vivimos una vez y si tienes una inquietud artística es maravilloso luchar por ella y ver cómo se materializa. Y en cuanto a diferenciarte, esto es muy subjetivo, realmente todas somos absolutamente diferentes las unas de las otras (a no ser que plagies, claro), sé tu misma y deja las inseguridades y las comparaciones para las que no quieren arriesgarse. Simplemente eso, ser una misma y disfrutar de lo que te propongas.